viernes, 3 de septiembre de 2010

EDUCACIÓN EN VALORES

AMOR: AFECTO
En psicología se usa el término afectividad para designar la susceptibilidad que el ser humano experimenta ante determinadas alteraciones que se producen en el mundo sexual o en su propio yo. También se conoce como el amor que un ser humano brinda a alguien
el afecto es una necesidad de todos los organismos sociales, ya que se refiere al trabajo que un organismo realiza en beneficio de otro. En la evolución de las especies sociales hacia grados más complejos de estructura social, aparecen nuevos comportamientos que tienen como función mantener la estructura social de la especie. En la especie humana aparecen normas, valores, rituales y señales afectivas cuya función es el mantenimiento de la estructura social del grupo.

Las señales afectivas, en particular, se expresan en un amplio repertorio de conductas estereotipadas, genética y culturalmente, cuya función es garantizar la disponibilidad afectiva de quien las emite con respecto al receptor. La sonrisa, el saludo cordial, las señales de aceptación, las promesas de apoyo, etc., sirven para comprometer a quien las emite y constituyen una fuente de afecto potencial para el receptor. Tanto la etología como la antropología estudian profusamente este tipo de señales o comportamientos.
Un organismo social no sólo necesita el apoyo de sus congéneres en el presente, sino que, también, necesita tener alguna seguridad de que este apoyo se mantendrá en el futuro. La función de las señales afectivas reside en satisfacer esta necesidad. Cuando una persona sonríe a otra le está transmitiendo la confianza de que puede contar con ella en el futuro, que es y será reconocido como miembro de su grupo y que, por tanto, está dispuesta a proporcionarle afecto cuando lo pueda necesitar. El resultado es que la persona que recibe la sonrisa experimenta una emoción positiva.

El afecto, aunque no parezca, es una función de gran relevancia en el contexto de la salud mental y, por tanto, importante para los seres humanos. Somos por naturaleza relacional, emocional, y que el tamaño si no se cumple hay una diferencia y es la estabilidad. El desarrollo emocional y sentimental de todos nosotros las necesidades de amor, un amor consciente, que es como la gente dice, el amor y ser amados. Esta es una necesidad básica para la libre expresión como un ser humano y el crecimiento psicológico personal armonía.

Unamuno, citando a Descartes, dice: "Amo, ergo sum", es decir, sólo si es amante de la persona, sino amar lo suficiente para "ser". Necesitamos a alguien para sentirse querido sentir como una persona y también para el progreso como tal.

Cuando la base emocional no está presente o ha sido perjudicada, las personas tienden a no crecer, para rechazar una realidad a la que no están dispuestos, a través de la falta de "fundación" de animales.

Uno de los signos visibles de manera incontrolada y los adultos son similares en todos los procedimientos de los jóvenes. Valores desproporcionada algo que usted hace siempre joven, incluso el absurdo de competir con él. Muestra la misma irresponsabilidad, el egoísmo mismo, el aspecto altamente consumista. Es completamente inadecuado de ropa con su edad y su apariencia, utiliza su poder de persuasión de la familia y amigos. En su papel de adolescente, demostró su profesionalismo en el arte de la gestión de su propia imagen y no puede resistirse a comprar algunos de los nuevos tenis, la marca de "Berra", el teléfono o el intercambio. Encontrar una belleza y una perfección que no cree haber alcanzado en "su" momento. Es casi una mayor dependencia de la tecnología que los jóvenes, ya veces rastrear el camino de las primeras experiencias en distintos niveles.

En los casos de mayor complejidad, chupar el dedo, que en su totalidad bebé orales, expresar el miedo a la oscuridad, el sufrimiento de los naturales temores de la primera infancia o mostrar comportamiento absolutamente inapropiado reflejan los desequilibrios que afectan a lengua benigna, el umbral de la patología.

La dificultad para expresar afecto, la represión de la familia o, peor aún, la incapacidad de sentir, que conducen a la infelicidad, a menudo, va en los síntomas en lugar agradable. Del mismo modo, los que han recibido ningún informe no pueden saber de qué se trataba, para que las generaciones futuras están en el principio, condenados a la misma clase de suerte. Para cambiar ese estado de cosas, esta tendencia "genética" debe tener, de alguna manera, un punto de inflexión ... pero, el amor, ergo sum "no es concreto